Una vez en una tierra muy lejana, vivía una ardilla llamada Ardillita. Ella vivía en un árbol cerca de la casa de Papá Noel.
Ardillita era conocida por ser la mejor recolectora de bellotas. Para el invierno, acumulaba todas las bellotas que encontraba en su cueva.
Un día, mientras buscaba bellotas, Ardillita vio a Papá Noel en su jardín. ¡Qué emoción! Ardillita decidió ayudar a Papá Noel recolectando bellotas para él.
Ardillita acumuló tantas bellotas que casi no podía llevarlas todas a la casa de Papá Noel. Juntos, arrastraron las bellotas hasta su casa.
Papá Noel estaba encantado con la generosidad de Ardillita. En agradecimiento, le regaló una cálida bufanda para el invierno.
Ardillita se sintió muy feliz y orgullosa. Regresó a su cueva con una sonrisa y se acurrucó con sus bellotas, esperando con amor la llegada del invierno.
Desde ese día, Ardillita siempre recordó la importancia de ayudar a los demás y lo feliz que la hizo hacerlo. ¡Y así vivieron felices para siempre!