Había una vez en los bosques de Río de Janeiro, un grupo de contrabandistas que rompían la armonía de la naturaleza. Capturaban a diferentes pájaros, incluyendo un bebé de Guacamayo de color azul. Este pequeño guacamayo aún no sabía volar y estaba muy asustado en su jaula.
Por accidente, la caja que contenía al guacamayo se cayó al pasar por el Lago Moose, en Minnesota. Ahí, el bebé de guacamayo fue encontrado por Linda, una amable mujer que amaba a los animales. Linda decidió cuidar al Guacamayo y le puso el nombre de Blu. Juntos, vivieron en una acogedora librería llamada 'El Guacamayo Azul'.
Un día, mientras Blu crecía, un joven ornitólogo llamado Tulio visitó la librería y se quedó asombrado al ver al Guacamayo azul. Tulio le explicó a Linda que Blu era el último macho de su especie y que necesitaba llevarlo a Río para encontrar a una hembra con la que pudiera emparejarse y preservar la especie.
Después de pensarlo mucho, Linda decidió volar hasta Río junto a Blu para ayudar a su especie. En Río, conocieron a Perla, una hermosa hembra de Guacamayo. Blu se enamoró de Perla al instante, pero ella solo quería escapar de su encierro. Aunque Perla no mostraba interés en Blu al principio, poco a poco se fue dando cuenta de lo especial que era.
Mientras tanto, en el mismo lugar se encontraba Nigel, una cacatúa que se hacía pasar por enferma. Nigel en realidad era un miembro de un grupo de contrabandistas que querían capturar a los pájaros para venderlos. A través de un niño llamado Fernando, Nigel empezó a secuestrar pájaros para llevarlos con los contrabandistas.
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