Había una vez un niño llamado Dylan que había perdido su nombre. Un día, Dylan decidió ir en busca de su nombre perdido. Caminó y caminó hasta que llegó a un mundo mágico. En este mundo mágico, cada animal podía ayudar a Dylan a encontrar una letra de su nombre.
El primer animal que se encontró fue un ratón. El ratón le entregó la letra 'D'. Dylan guardó la 'D' en su bolsillo y siguió buscando.
Luego, se encontró con una jirafa. La jirafa le dio la letra 'Y'. Dylan estaba emocionado y guardó la 'Y' junto a la 'D' en su bolsillo.
Después, un león se cruzó en su camino y le dio la letra 'L'. Dylan estaba más cerca de encontrar su nombre. Metió la 'L' en su bolsillo junto a las otras letras.
Finalmente, un águila voló sobre Dylan y le entregó la letra 'A'. Dylan estaba muy contento porque ahora tenía todas las letras de su nombre. Sacó las letras del bolsillo y las unió en el orden correcto: 'D-Y-L-A-N'. ¡Ese era su nombre!
Dylan estaba tan feliz de haber encontrado su nombre. Agradeció a todos los animales que le ayudaron y volvió a su hogar con una sonrisa en su rostro.
Reflection Questions