Había una vez en un pequeño pueblo, dos niños llamados Maria y Juan. Maria tenía el cabello negro como la noche y ojos verdes como la hierba. Juan era alto y tenía cabello castaño y ojos azules como el cielo.
Imagina que juegas en un campo de flores con tus amigos.
Maria y Juan eran vecinos y se conocieron cuando tenían apenas tres años. Desde ese momento, se hicieron amigos inseparables.
Haz el gesto de abrazar a un amigo cercano.
A medida que crecieron, su amistad se convirtió en algo más profundo. Se dieron cuenta de que estaban enamorados. Sus corazones latían rápido cada vez que se veían.
Cierra los ojos y haz el sonido de un latido de corazón rápido.
Maria y Juan soñaban con pasar el resto de sus vidas juntos. Se prometieron amor eterno.
Levanta tu mano y muestra tu dedo anular como si tuvieras un anillo.
Los años pasaron y Maria y Juan crecieron aún más. Se casaron y tuvieron hijos maravillosos. Su amor nunca desvaneció y vivieron felices para siempre.
Da un aplauso fuerte y grita 'Y vivieron felices para siempre'.