Había una vez un increíble bosque llamado Bosque Encantado donde vivían seres mágicos y las bellas princesas Aitana y Guadalupe. Este bosque era mágico y lleno de maravillas. Había montañas de chocolate, nubes de algodón dulce, árboles y flores de colores y sabores deliciosos frutos silvestres. Pero lo más especial de este bosque era que todos vivían en armonía y respeto con la naturaleza y los animales.
Aitana y Guadalupe eran princesas amables y valientes. Siempre se preocupaban por los demás y tenían un gran corazón. Un día, mientras exploraban el bosque, encontraron a un pajarito herido. Las princesas usaron su magia para curar al pajarito y lo cuidaron hasta que se sintió mejor.
Una tarde, Aitana y Guadalupe vieron a un conejito triste que había perdido su casa. Las princesas construyeron una casita acogedora para el conejito y lo adoptaron como su amigo. Juntos, exploraban el bosque y jugaban todo el día.
Un día, una tormenta fuerte llegó al bosque y los árboles empezaron a caer. Aitana y Guadalupe rápidamente ayudaron a los animales y juntos los llevaron a un lugar seguro. Después de la tormenta, plantaron nuevos árboles y flores para que el bosque volviera a ser hermoso.
El Bosque Encantado se recuperó gracias a la ayuda de Aitana y Guadalupe. Todos los seres mágicos y animales estaban agradecidos. Desde ese día, todos en el bosque aprendieron la importancia de la empatía y cómo ayudarse mutuamente.
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