Había una vez un niño llamado Luisito. Siempre estaba buscando la felicidad, pero no sabía dónde encontrarla. Un día, mientras exploraba el bosque, se encontró con un dragón. Este no era un dragón aterrador, sino un dragón divertido y amigable llamado Fuego. '¡Hola, pequeño humano!', dijo Fuego con entusiasmo.
Luisito estaba impresionado y un poco asustado, pero Fuego le aseguró que no tenía nada de qué preocuparse. Fuego le dijo a Luisito que él conocía los secretos de la felicidad y estaba dispuesto a ayudarlo a descubrirlos. '¡Aventura!', exclamó Luisito emocionado mientras subía al lomo del dragón.
Durante su vuelo, Fuego le enseñó a Luisito sobre la responsabilidad. Le explicó la importancia de cuidar el medio ambiente y de ser amable con los demás. 'Cada acción pequeña puede marcar una gran diferencia', le recordó Fuego. Luisito asintió con entusiasmo y se comprometió a ser un niño responsable.
Después de un emocionante viaje, Fuego y Luisito aterrizaron en el jardín de Luisito. Luisito se despidió del dragón, pero antes de irse, Fuego le dio un regalo especial. Era un libro llamado 'Cómo ser Feliz'. Luisito prometió leerlo todos los días y recordar los secretos de la felicidad que aprendió con Fuego.
Desde ese día, Luisito se convirtió en un niño responsable y feliz. Siempre recordaba lo que Fuego le había enseñado. Ahora, cada mañana, Luisito abre su libro de secretos de la felicidad y sonríe. Porque sabe que la verdadera felicidad se encuentra cuando somos responsables y amables.
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