Había una vez un dragón de siete cabezas.
El dragón era muy travieso y asustaba a todos.
Un día, un niño valiente decidió enfrentarse al dragón.
El niño tenía una idea y decidió hacerle cosquillas al dragón.
El dragón se rió tanto que todas sus cabezas se cansaron.
Desde ese día, el dragón se convirtió en amigo de todos.
El niño y el dragón vivieron muchas aventuras juntos.
Y así, el niño y el dragón fueron amigos para siempre.
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