En un reino donde los seres tienen alas de mariposa y patas de cangrejo, existe un guardián protector de las playas.
Este guardián, con una mirada profunda y serena, vela por la armonía del reino, rescatando a las criaturas en peligro y narrando cuentos antiguos que enseñan el respeto por la naturaleza.
Un día, el guardián vio a una pequeña tortuga atrapada en una red de pesca.
Con habilidad y delicadeza, el guardián liberó a la tortuga y la devolvió al mar.
La tortuga le agradeció al guardián y le preguntó por qué hacía todo eso.
El guardián sonrió y le respondió: 'Mi misión es proteger a todas las criaturas de las playas y enseñarte que todos somos responsables de cuidar el mundo donde vivimos'
La tortuga se sorprendió y le preguntó cómo podía ayudar.
El guardián le dijo que cada uno podía hacer una pequeña diferencia en su día a día, como recoger la basura de la playa y no usar plásticos desechables.
La tortuga prometió seguir los consejos del guardián y ayudar a mantener las playas limpias.
Desde aquel día, la tortuga se convirtió en una valiente defensora de la naturaleza. Juntos, el guardián y la tortuga enseñaron al reino la importancia de preservar el medio ambiente.