Había una vez un mundo escondido en nuestro jardín. Un mundo lleno de pequeñas hormigas trabajadoras.
En este mundo vivía una hormiguita llamada Anita. Anita era muy valiente y siempre estaba listo para ayudar a los demás.
Un día, Anita descubrió que la comida en su hogar se estaba agotando. Decidió aventurarse en busca de comida para su colonia.
Anita se encontró con una abeja llamada Benito que estaba atrapada entre las ramas de un árbol. Anita se acercó y la ayudó a liberarse.
Como agradecimiento, Benito llevó a Anita a un campo lleno de dulces y deliciosas flores. Anita llenó su boca de néctar y regresó a casa feliz.
Desde ese día, Anita y Benito se convirtieron en mejores amigos y ayudaron mutuamente siempre que lo necesitaban.
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