Había una vez un niño en los Andes, que vivía en una casa muy pequeña.
El niño criaba animales para ayudar a su familia.
El niño trabajaba duro todos los días, incluso en invierno.
Con el tiempo, sus animales comenzaron a tener muchos bebés.
El niño vendió algunos de los bebés y ganó dinero.
Con el dinero, el niño pudo ayudar a su familia y comprar más animales.
Los animales crecieron y pronto tenían muchos bebés también.
El niño vendió más animales y ganó aún más dinero.
Con su riqueza, el niño pudo construir una casa grande para su familia.
Aunque el niño era rico, nunca olvidó el trabajo duro que lo llevó allí.
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