Diego era un niño especial, podía hablar con los animales. Un día, mientras caminaba por el bosque, se encontró con un pájaro llamado Pedro. Pedro le dijo que había perdido a su familia y no sabía cómo volver a casa. Diego le respondió que lo ayudaría a encontrar a su familia.
Diego y Pedro volaron por el cielo, buscando a la familia de Pedro. Pasaron por montañas, ríos y otros animales. Finalmente, encontraron a la familia de Pedro en un árbol alto. Estaban muy felices de volver a estar juntos.
Un día, Diego conoció a una tortuga llamada Teresa. Teresa le dijo que estaba triste porque no podía salir de su caparazón. Diego le explicó que su caparazón era su hogar y que debía sentirse segura en él. La tortuga sonrió y se sintió feliz.
Un día lluvioso, Diego se encontró con un perro abandonado llamado Max. Max estaba mojado y triste. Diego lo llevó a su casa, le dio comida y un lugar cálido para dormir. Desde ese día, Max se convirtió en el mejor amigo de Diego.
Diego también ayudó a un oso llamado Benito a encontrar comida en el invierno. Benito le agradeció a Diego por su amabilidad y prometió volver a visitarlo. Diego se sintió feliz de poder ayudar a los animales.