Había una vez un niño llamado Juanito.
A Juanito le encantaba jugar al fútbol con sus amigos.
Pero tenía un gran miedo: la oscuridad.
Cada noche, cuando llegaba la hora de dormir, Juanito temblaba de miedo.
Un día, Juanito decidió enfrentarse a su miedo.
Agarró una linterna y la encendió valientemente.
Paso a paso, Juanito caminó hacia la oscuridad de su habitación.
Descubrió que no había nada que temer, la oscuridad simplemente cubría cosas normales.
A partir de ese día, Juanito ya no le tuvo miedo a la oscuridad.
Y así, Juanito se convirtió en el niño valiente que siempre había querido ser.