En un pequeño pueblo, vivía Sofía con su abuela, famosa por sus deliciosos pasteles.
Un día, la abuela le contó a Sofía sobre una receta especial: el pastel mágico.
El pastel mágico hacía felices a todos los que lo probaban, pero necesitaba un ingrediente secreto.
Sofía y la abuela salieron de casa, buscando por el bosque el ingrediente secreto del pastel.
Encontraron una planta mágica que solo florecía cuando alguien sonreía sinceramente.
Regresaron a casa y prepararon el pastel mágico. Todos en el pueblo fueron muy felices.
Desde entonces, Sofía y la abuela compartieron el pastel mágico, llenando de sonrisas el pueblo.