Había una vez un perro llamado Luna que vivía en la luna. Un día, Luna decidió visitar la Tierra para ayudar a las personas.

Luna aterrizó en un pequeño pueblo y se convirtió en el héroe de la comunidad. Usó sus poderes de la luna para salvar a las personas en apuros.

Luna también ayudó a encontrar a los niños perdidos y a rescatar a los gatitos de los árboles altos. Los habitantes del pueblo estaban muy agradecidos.

Pero Luna extrañaba la luna y decidió regresar. Antes de irse, el pueblo le dio una fiesta de despedida y todos le dieron las gracias por su valentía.

Desde ese día, el pueblo recordó a Luna como un verdadero héroe y siempre pensaron en él cuando necesitaban ayuda.