Este era un ratoncito pequeño y travieso.
Vivía en un agujero acogedor debajo de una vieja casa de madera.
El ratoncito amaba buscar tesoros pequeñitos.
Un día, encontró una coronita brillante mientras exploraba.
Se la puso y sintió una alegría enorme.
Desde ese día, se la ponía en días especiales.
Cuando hacía algo bueno, se decía: '¡Soy el rey de los ratoncitos!'
El ratoncito ayudó a una hormiga sin hogar una tarde.
Puso su coronita y se sintió noble y justo, como un verdadero rey.
Compartió su queso con un ratón hambriento y cansado.
La coronita era su símbolo de bondad y coraje.
Y así, el ratoncito fue conocido como el Rey generoso y valiente.
Reflection Questions