Un niño campesino soñaba con estudiar mucho, madrugando todos los días, observando el dibujo que realizó de un cohete surcando el espacio lleno de estrellas para lograr su objetivo.
Él sabía que todas sus notas deberían ser excelentes en la escuela, colegio y universidad. Tal vez así le darían una beca para ir a Estados Unidos y cumplir su gran sueño.
El niño confiaba en sus habilidades y se esforzaba al máximo en cada materia. Estaba convencido de que lograría su objetivo si creía en sí mismo.
A pesar de los retos que enfrentaba como campesino, nunca dejaba de soñar en grande. Eso le daba la motivación para levantarse temprano y estudiar durante horas.
El niño siempre tenía en mente la imagen de su dibujo del cohete. Sabía que cada pequeño paso que daba en su educación, lo acercaba más a su sueño de alcanzar las estrellas.
Con el pasar de los años, el niño se convirtió en un excelente estudiante. Su esfuerzo y dedicación le llevaron a obtener una beca para estudiar en una universidad prestigiosa en Estados Unidos.
Finalmente, el día llegó y el niño campesino, lleno de confianza y emoción, viajó a Estados Unidos para cumplir su gran sueño. Se dedicó a estudiar con pasión y se convirtió en un exitoso astronauta.
Ahora, el niño campesino, convertido en un astronauta exitoso, inspira a otros niños a creer en sí mismos y perseguir sus sueños. Él sabe que la confianza es la clave para lograr cualquier objetivo en la vida.
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