Juan era un hombre que luchaba con la adicción a las drogas. Un día, decidió buscar ayuda de Dios y comenzó a asistir a un grupo de apoyo. Allí, conoció a otras personas que también estaban pasando por lo mismo.
Juan aprendió a escuchar atentamente las historias de los demás en el grupo. Compartir sus propias experiencias y escuchar a los demás le dio fuerzas para seguir adelante.
Con el tiempo, Juan comenzó a entender que la adicción no era solo física, sino también emocional. Aprender a escuchar sus propias emociones y enfrentarse a ellas fue un paso importante para su recuperación.
Además de escuchar a los demás, Juan también encontró consuelo al leer la biblia y orar diariamente. Esto le ayudó a conectarse con Dios y a encontrar paz en su vida.
A medida que Juan se fortalecía en su fe y en su capacidad de escuchar, pudo resistir las tentaciones y evitar las situaciones que lo ponían en riesgo de recaer.
Con el tiempo, Juan se convirtió en un líder en su grupo de apoyo. Ayudó a otros a superar sus adicciones y les enseñó la importancia de escuchar a los demás.
Hoy en día, Juan lleva una vida feliz y saludable. Su historia de superación demuestra el poder de escuchar y buscar ayuda de Dios.
Preguntas: ¿Cómo ayudó el grupo de apoyo a Juan a superar su adicción? ¿Qué aprendió Juan al escuchar las historias de los demás? ¿Qué papel desempeñó la fe en la recuperación de Juan?
Reflection Questions