En el corazón del bosque, vivía una pequeña ardilla llamada Sofi. Sofi siempre presumía de lo rápida que era.
Todo el día, Sofi corría de árbol en árbol, gritando a todos, '¡Soy la más rápida aquí!'
Un día, Torti, la tortuga, llegó al bosque. Sofi se rió, '¡Tú eres la más lenta!'
Torti sonrió y dijo, 'La velocidad no lo es todo. Podemos aprender algo de todos.'
Esa noche, una tormenta derribó muchas nueces, pero Sofi no podía recogerlas todas sola.
Al ver esto, Torti y otros animales del bosque ayudaron a Sofi a recoger las nueces.
Sofi se dio cuenta de que su actitud había sido arrogante. Agradecida, aprendió a valorar a cada amigo.
'Gracias, amigos. Todos somos importantes,' dijo Sofi mientras compartía las nueces con ellos.
Reflection Questions