En el océano de cristal, un pez canta.
Su canto calma las tormentas enfurecidas.
Los corales resplandecen al escuchar su voz.
Los peces pequeños se congregan para escuchar.
El canto del pez es su regalo al océano.
Un día, una tormenta furiosa se acerca.
El pez nada hacia el centro de la tormenta.
Su melodía comienza a sonar, suave y calmante.
La tormenta se desvanece, la calma regresa.
El pez vuelve a su hogar, contento y feliz.