Érase una vez una hermosa princesa con cabello rosado largo. Su rostro tenía pocas pecas y siempre estaba muy alegre. La princesa estaba vestida de color rosado y su vestido estaba lleno de algodón. No podía olvidar mencionar su corona, la cual estaba hecha de los colores del arcoíris.
La princesa siempre llevaba una sonrisa en su rostro mientras jugaba en su jardín lleno de flores de todos los colores. Le encantaba saltar y correr en el césped verde mientras el sol brillaba en el cielo azul.
La princesa era muy amable con todos los animales del reino. Tenía un conejito blanco como mascota, al que llamó Pompon. Siempre lo llevaba consigo, ya que era su mejor amigo. Juntos, exploraban el castillo y ayudaban a los demás.
Un día, la princesa descubrió un cofre misterioso en el sótano del castillo. Dentro del cofre, encontró un mapa que señalaba un tesoro escondido en el bosque encantado. Sin pensarlo dos veces, la princesa y Pompon comenzaron su aventura para encontrar el tesoro.
Durante su búsqueda, la princesa y Pompon enfrentaron desafíos, pero siempre los superaron gracias a su valentía y amistad. Finalmente, encontraron el tesoro: una caja llena de libros mágicos que podían hacer realidad cualquier deseo.
La princesa compartió los libros mágicos con todos los habitantes del reino. Juntos, vivieron felices y cumplieron todos sus sueños. La princesa siguió siendo la mejor amiga de Pompon y nunca dejó de sonreír.
Desde ese día, la princesa con cabello rosado, rostro alegre y vestida de color rosado fue conocida como la Princesa de los Sueños, ya que ayudaba a todos a cumplir sus deseos más anhelados.
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