Había una vez una ranita llamada Lala y su mamá, Clara. Vivían en un bonito estanque en el bosque. Un día, mientras jugaban, Lala se perdió en el espeso bosque. Lala estaba muy asustada y no sabía cómo volver a casa.
Lala saltó de hoja en hoja, buscando el camino hacia el estanque, pero solo se adentraba más en el bosque. Entonces, un colibrí llamado Pablo apareció y le preguntó qué le sucedía. Lala le contó que estaba perdida y quería volver con su mamá Clara.
Pablo le dijo a Lala que él conocía el camino de regreso al estanque, pero que necesitarían resolver algunos problemas para encontrarlo. Lala estaba dispuesta a hacerlo. Juntos, comenzaron a buscar pistas para encontrar el camino a casa.
Después de un rato, encontraron un arroyo que parecía familiar. Ahora solo tenían que encontrar un árbol grande. Lala comenzó a cantar su canción favorita, y pronto escucharon el eco de su voz que los guió hacia el árbol correcto.
Finalmente, llegaron al estanque. Clara estaba muy preocupada y feliz de ver a Lala sana y salva. Lala le agradeció a Pablo por su ayuda y prometió nunca separarse de su mamá nuevamente.
Reflection Questions