Después de ese día, la sirena decidió compartir su tesoro con todos los habitantes del océano. Ella era una sirena muy amable y generosa. A medida que la noticia se extendió, los peces, las tortugas y otros seres marinos vinieron de todas partes para disfrutar de la belleza y maravilla del tesoro de la sirena. La sirena, cuyo nombre era La Sirena, ahora era conocida en todo el océano por su bondad y valentía. Pero, había un problema. La Sirena se sentía muy sola. Todos los demás seres marinos tenían amigos y familias, pero ella siempre estaba sola en su hogar debajo del puente.

Un día, mientras nadaba solitaria cerca de un arrecife de coral, la Sirena oyó un pequeño llanto. Siguió el sonido y descubrió a un bebé delfín varado en la costa. Sin ninguna duda, La Sirena llevó al bebé delfín de regreso al agua y lo cuidó amorosamente hasta que estuvo listo para nadar de nuevo. Desde ese día, La Sirena y el bebé delfín, a quien llamaron Finn, se convirtieron en los mejores amigos. Juntos exploraron todos los rincones del océano, descubriendo nuevas criaturas y ayudando a todos aquellos que necesitaban ayuda. La Sirena no estaba sola nunca más, tenía a Finn a su lado para compartir todas sus aventuras.

Con Finn y su tesoro a salvo en el océano, La Sirena decidió ayudar a todos los animales marinos a proteger su hogar. Invitó a todas las criaturas a unirse a ella y juntos crearon un plan para mantener el océano limpio y seguro para todos. La Sirena y sus amigos organizaron limpiezas de playa, donde recolectaban basura y plásticos para mantener el océano libre de contaminación. También educaron a los humanos sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y cómo pueden ayudar a proteger el océano y a todos los seres marinos que lo habitan.

Con el tiempo, La Sirena se convirtió en una verdadera heroína ambiental y todos la admiraban por su valentía y dedicación. Nunca más se sintió sola, pues el océano estaba lleno de amigos que la apoyaban y valoraban su amabilidad. Y así, La Sirena y sus amigos vivieron felices y en armonía en el océano, siempre dispuestos a ayudar a otros y proteger su hogar. Y cada vez que alguien necesitaba una muestra de coraje y amistad, solo tenían que pensar en La Sirena y su inseparable amigo, Finn, para encontrar inspiración.

Y colorín, colorado, este cuento de La Sirena y su valiente amistad ha terminado ¡Buenas noches, pequeño/a!