Maya es una niña intrépida y aventurera, siempre en busca de nuevas emociones. Un día, mientras exploraba el sótano de su abuela, Maya encontró un libro mágico con un dragón dibujado en la portada y una inscripción que decía: '¡Abre este libro y comienza una gran aventura!' Sin pensarlo dos veces, Maya abrió el libro y, para su sorpresa, el dragón cobró vida.
El dragón, llamado Fuego, resultó ser un amigo amigable y divertido. Juntos, Maya y Fuego emprendieron emocionantes aventuras en tierras lejanas y descubrieron tesoros ocultos. En una de sus expediciones, se encontraron con un enigmático elfo que les dijo: 'Para encontrar el tesoro más valioso, deben demostrar coraje y generosidad.'
Maya y Fuego continuaron su búsqueda del tesoro y se enfrentaron a numerosos desafíos. En su camino, ayudaron a animales necesitados y mostraron valentía al enfrentar criaturas peligrosas. Cada vez más cerca del tesoro, Maya dijo con determinación: '¡No nos rendiremos, Fuego! Juntos, podemos superar cualquier obstáculo.'
Finalmente, Maya y Fuego llegaron a un majestuoso castillo, donde encontraron el tesoro más valioso de todos: la amistad. Se dieron cuenta de que la verdadera riqueza no está en objetos materiales, sino en compartir momentos especiales con aquellos a quienes amas. Con una sonrisa en el rostro, Maya abrazó a Fuego y dijo: '¡Gracias por ser mi amigo, Fuego! ¡Siempre tendremos aventuras juntos!'
Desde ese día, Maya y Fuego siguieron teniendo muchas aventuras emocionantes y se convirtieron en los mejores amigos. Aprenderían que la amistad es el mayor tesoro de todos y que juntos pueden enfrentar cualquier desafío que la vida les presente.
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