Le Perrito Max tenía un juguete muy especial, un hueso brillante y genial.
Un día Max corre y brinca, su juguete se escapa con un ¡pum! y un clin clin clin.
Max sigue el rastro, por aquí y por allá, pero el hueso no para de rodar ¡qué desastre total!
Al final, con un salto, logra atrapar su adorado hueso, ¡qué emoción, qué alivio, parece un beso!
Ahora Max cuida su juguete, con mucho amor y alegría, siempre listo para una nueva aventura cada día.
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