En el brillante bosque verde, Leo el león siempre decía ser el más fuerte.

Cada día, Leo retaba a los otros animales a competencias de fuerza. Siempre ganaba.

Los animales del bosque sentían tristeza porque Leo nunca perdía y se burlaba.

Lola la tortuga, sabia y amable, pensó en darle a Leo una importante lección.

Lola convocó a una gran carrera de obstáculos. '¡Una prueba de astucia, no solo fuerza!', exclamó.

Leo aceptó el reto seguro de ganar, pero no sabía qué le esperaba.

La carrera comenzó, y Tilda la ardilla avanzaba con paciencia y habilidad.

Mientras Leo se esforzaba con la fuerza bruta, Tilda usaba su ingenio para avanzar.

Al final, Tilda llegó primera a la meta. Los animales aplaudieron con alegría.

Leo aprendió que cada animal tiene un talento único y que todos merecen respeto.